Mangos

Los mangos

La verdadera ayuda milagrosa para dormir son los mangos. Si bien a menudo pensamos en un vaso de leche tibia como la ayuda para dormir, no es un remedio mágico. En realidad, la combinación de grasa más lactosa (una forma de azúcar) en la leche estresa al páncreas. De ello resulta que provoque resistencia a la insulina, lo que a su vez genera una falsa “sensación de somnolencia”.

Cuando comes mango antes de acostarte, los fitoquímicos de la fruta, junto con los aminoácidos como la glicina, la glutamina y la cisteína combinados con fructosa y glucosa, viajan al cerebro y restauran rápidamente los neurotransmisores agotados. Esto permite que la mayoría de los insomnes tengan la oportunidad de finalmente descansar un poco durante la noche.

Beneficios de consumir mangos 

Asimismo, el mango es beneficioso para muchos otros aspectos de la salud. Como por ejemplo, ayuda con el estrés y protección viral, los mangos también son ricos en betacaroteno para fortalecer la piel; incluso ayudan a prevenir todas las variedades de cánceres de piel.

Además, se lo considera una herramienta poderosa para ayudar a revertir la hipoglucemia, la prediabetes y la diabetes tipo 2. Su magnesio traza altamente biodisponible junto con ácidos fenólicos fitoquímicos, calma el sistema nervioso central, lo que ayuda a evitar accidentes cerebrovasculares, convulsiones y ataques cardíacos.

«Que el alimento sea tu medicina» Hipócrates

La pulpa de la fruta alivia el revestimiento del estómago y el intestino para aliviar el estreñimiento.

Y, por último, el mango es un alimento para hacer ejercicio, ya que proporciona a los músculos trazas de sodio, glucosa que es muy necesaria y magnesio, lo que se traduce en entrenamientos más largos y más duros con menos «quemaduras«.

Condiciones:

Si tienes alguna de las siguientes condiciones, incorpora mangos a tu vida:

Enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE), trastorno por déficit de atención / hiperactividad (TDAH), enfermedad de Alzheimer, demencia, úlceras, cánceres de piel. Insomnio, cáncer de estómago, insuficiencia renal, úlceras pépticas, diabetes, enfermedad de Parkinson. Cálculos renales, epilepsia, enfermedad de Graves enfermedad, tiroiditis de Hashimoto, glaucoma, degeneración macular. Hipoglucemia, enfermedad de Crohn, trastorno de estrés postraumático (PTSD), infecciones del tracto urinario (ITU). Depresión, trastornos de la personalidad, ansiedad, trastornos alimentarios, trastorno afectivo estacional (SAD). Fatiga suprarrenal, síndrome de fatiga (SFC), problemas cognitivos, colitis, síndrome de Cushing. Fibromas, hígado graso, quemaduras solares, infertilidad misteriosa.

Síntomas:

Si tienes alguna de los siguientes síntomas, incorpora mangos a tu vida:

Dificultad para dormir, cambios de humor, ronquidos, fatiga, lentitud, hipotiroidismo, hipertiroidismo. Ojos borrosos, fatiga muscular, dolor muscular, calambres musculares, ansiedad, problemas cognitivos. Confusión mental, pérdida de memoria, melancolía, apatía, presión abdominal, sobre crecimiento de Candida. Bell’s parálisis, espasmos de colon, confusión, estreñimiento, malestar digestivo. Inflamación del cerebro, hígado lento, hombro congelado. Colesterol alto, presión arterial alta.

Soporte emocional:

En este sentido, los mangos cambia la vida cuando se trata de nuestra salud emocional. No solo mejora el estado de ánimo, sino que también, puede aliviar la depresión y el trastorno afectivo estacional.

Los mangos son excepcionalmente curativos para quien que se sienta abandonada, aislada, rechazada, desapegada, sola, herida, excluida o decepcionada. Eso es porque los mangos tienen el poder de manifestarse. Cuando las comemos, la fruta nos re-orienta, cambia nuestra dirección y nos abre a más oportunidades para experimentar la alegría.

Lección espiritual:

El mango soporta el calor como ninguna otra fruta. Incluso con el sol cayendo sobre el a temperaturas extremas, sabe cómo protegerse. Cuando incorporamos mangos a nuestras vidas, adpatamos su frescura interior.

Principalmente, nos enseña que es posible manejar situaciones extremas sin quemarse por dentro. Aprendemos a mantener la calma y la compostura cuando nos enfrentamos a un estrés inmenso. La próxima vez que te enfrentes a una situación intensa, busca un mango para comer o agregar a tu batido. A medida que lo incorpores, recuerda que esta poderosa herramienta te ayudará a enfrentar las circunstancias difíciles.

Consejos:

– Para obtener resultados notables, comer dos mangos al día.
– Si deseas un sueño más profundo con sueños espiritualmente mejorados, comer mango antes de acostarse. Es la mejor manera de prepararse para una revelación por la mañana.
– Si bien los mangos por sí solos pueden ayudarte a dormir, si los comes con palitos de apio o en una ensalada, su energía cambia. La combinación de mango + verduras consumidos por la noche, puede ayudarte cuando necesites quedarte despierta hasta tarde.
– Para un entrenamiento más duradero y una mejor recuperación, beber mango antes de cualquier tipo de ejercicio.
– Si estás meditando para resolver un problema, intenta comer mango de antemano. Te ayudará a conectarte con la información que necesitas.

Fuentes:

– Medical Medium – Anthony William
-Institute for Integrative Nutrition