En esta sección de #AlimentosMedicinaMF te cuento la importancia de incluir limones y limas a tu rutina. Al igual que se incluyen consejos, lección espiritual y emocional.
Las peras: alimentos que cambian la vida
Las peras
Si bien las manzanas son materia de leyenda, sus parientes cercanos, las peras, se consideran aburridas. Comúnmente, se asocia a las peras con su forma blanda enlatada, o con postres. En cierto modo, las peras no son un factor en los pensamientos diarios de la mayoría de las personas.
En comparación con el páncreas sucede lo mismo, somos conscientes de que tenemos glándula, pero a menos que desarrolle un problema, apenas notamos que está allí. Mientras tanto, el páncreas absorbe gran parte del estrés del cuerpo. Y repetidamente, abusamos de él al comer una combinación de alimentos fritos, platos ricos, demasiada azúcar o postres ricos en grasas.
Estrés en el cuerpo y las peras
Asimismo, la angustia, la desilusión, así como el miedo de cualquier tipo, también afecta el páncreas. En este caso, las peras protegen el páncreas y permiten reducir el estrés del organismo. En cierto modo, ayuda a rejuvenecer la glándula sobrecargada, aliviando la pancreatitis y ayudando a prevenir el cáncer.
Relación entre las peras y la digestión.
Principalmente, las peras actúan como antiespasmódico; calman el revestimiento del estómago y el tracto intestinal; alimentan a las bacterias beneficiosas; matan de hambre a las malas, a los parásitos y hongos improductivos.
A la misma vez, elevan el ácido clorhídrico en el estómago; ayudan a prevenir los cánceres intestinales y de estómago; y reducen los ácidos malos producidos por la mucosidad y patógenos como H. pylori. También restauran los revestimientos del intestino que se han dañado por las bacterias.
«Que el alimento sea tu medicina» Hipócrates
Composición de las peras
Los pequeños gránulos en la pulpa de una pera están cargados de fitoquímicos, oligoelementos y aminoácidos como valina, histidina, treonina y lisina. De este modo, los oligoelementos y los aminoácidos se combinan y se adhieren a los venenos del cuerpo como el DDT, expulsándolos del organismo.
En efecto, las sales minerales hacen que el jugo de pera sea rico en electrolitos, lo que estabiliza el azúcar en la sangre. Además, las peras son un gran alimento para bajar de peso y un regalo para el hígado, ya que ayudan a limpiar y purificar el órgano y detener la cirrosis. Trae las peras a tu vida y verás que son todo menos aburridas.
Condiciones:
Si tienes alguna de las siguientes condiciones, incorpora peras a tu vida:
Pancreatitis; cáncer de páncreas; cáncer de hígado; diabetes; comida envenenada; Hernia hiatal. Enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE); sobrecrecimiento bacteriano del intestino delgado (SIBO); infección intestinal de H. pylori, E. coli, Salmonella, Streptococcus y / o moho; cirrosis del higado. Hepatitis A, B, C y D; infecciones por hongos; cáncer de estómago, de esófago. Diverticulitis; diverticulosis; herpes; herpes; migrañas trastorno obsesivo compulsivo (TOC); hipoglucemia.
Síntomas:
Si tienes alguna de los siguientes síntomas, incorpora peras a tu vida:
Reflujo ácido, colesterol alto, hígado lento, hígado disfuncional, calor del hígado, estancamiento del hígado. Gases, distensión abdominal, estreñimiento, gastritis, malestar gástrico, alergias alimentarias, malestar estomacal. Inflamación intestinal, tejido cicatricial intestinal, adherencias, resistencia a la insulina, espasmos intestinales. Inflamación del páncreas, inflamación del apéndice, aumento de peso, piel inflamada, diarrea.
Soporte emocional:
En este sentido, un páncreas y un hígado sobrecargados y sobre calentados a menudo están detrás de emociones inestables: Por ejemplo frustración, irritación, inquietud o falta de paz.
Las peras son el alimento ideal para remediar esta situación, porque son el tónico refrescante definitivo, especialmente para el hígado y el páncreas.
Lección espiritual:
La sencillez de la pera es una lección para todos. Puesto que es una fruta para nada complicada, ni llamativa, exótica, difícil de encontrar ni difícil de comer. Las peras suaves, sencillas y tranquilamente hermosas, pueden cuidar el cuerpo de una manera particular que ninguna otra fruta puede hacerlo.
Así, nos enseña que no tenemos que gritar para llamar la atención o sentarnos con resentimiento por no ser notadas. Nosotras también podemos aferrarnos a nuestro verdadero yo y poseer plenamente nuestro poder sin necesidad de mostrarnos.
Consejos:
– Cada fase del proceso de maduración de una pera tiene valor. Cuando una pera es dura y crujiente, eso significa que su contenido de fibra es alto, lo que reduce el colesterol malo y elimina la mucosidad, los patógenos y otros desechos del tracto intestinal.
Tip
Las rebanadas de pera crujientes son una excelente adición a las ensaladas. Cuando una pera es blanda y jugosa, sus niveles de glucosa son más altos y es muy fácil de digerir. La pera madura mezclada es un alimento ideal para alguien que se está recuperando de una intoxicación alimentaria u otra circunstancia que le impidió comer.
– Las peras se comen mejor entre el desayuno y el almuerzo, o al final de la tarde (poco antes de la cena). Actúan como un supresor del apetito y un tónico estomacal para evitar que se nos antojen los dulces o comer en exceso en las comidas.
– Como sustituto de la manzana, prueba la pera madura en los batidos verdes.
Fuentes:
– Medical Medium – Anthony William
-Institute for Integrative Nutrition
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Soy Flor, Coach en salud nutricional integral y lectora de Registros Akáshicos en MF MINDFUL.
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