Para comenzar a desarrollar sobre la espiritualidad, quiero decir que esta publicación es en base a mi propia experiencia personal, lo que yo he experimentado y cómo lo siento dentro.
Empiezo con la base de que absolutamente todo es energía. Nosotros somos energía que se materializó en la materia (un cuerpo físico). Cuerpo físico. Continuo con que somos seres emocionales (únicos en la especie, podemos sentir dolor, alegría, tristeza) Cuerpo emocional.
Nuestra alma es energía que no esta materializada, simplemente existe. Cuerpo espiritual. Además, somos seres racionales. Cuerpo mental. Mente – cuerpo – espíritu – emociones.
Como seres racionales, queremos entenderlo todo, ahí es cuando la mente necesita entender qué significa espiritualidad. Nuestro cuerpo físico es un templo, dentro de este templo tenemos el altar, en ese altar se encuentra nuestro espíritu (alma).
¿Cómo podemos entenderlo?
En verdad no es una cuestión de entender, es una cuestión de sentir. Espiritualidad es un concepto que tiene muchos significados, cada cual puede adjuntarle SU propio significado (cada uno tiene su propia verdad, que es parte de la verdad Universal).
¿Cómo conecto con mi espiritualidad?
Para poder conectar con nuestro altar, nuestro Espíritu, debemos bajar al centro de nuestro corazón, y dejar la mente racional a un lado
¿Cómo conecto con mi corazón?
Una de las formas que a mi me ha resultado es la meditación. La meditación te coloca en un estado de presencia plena –mindfulness, donde aprendes a entrenar a tu mente para que no te lleve ni atrás (pasado) ni adelante (futuro), de esa forma conectas con el presente (el único momento que existe).
En el momento presente podemos bajar al corazón.
El alma es lo único que está siempre presente y es infinita.
Cuando decidimos nacer, nuestra alma encarnó en nuestro cuerpo físico, trayendo así conocimientos y experiencias de otros cuerpos, de otras vidas. (Recomiendo leer el libro “Muchas vidas, muchos maestros” de Brian Weiss, click aquí para descargarlo gratis).
Pudiendo conectarnos con el altar podemos conectar con nuestro Ser Superior. Cada uno está guiado por sus Maestros y Guías. De esta forma observamos e interconectamos con el Todo. Lo individual nos comunica con lo colectivo, por eso han leído mucho que “sanando uno como individuo, sana lo colectivo/sociedad”.
¿Es importante conectar con mi cuerpo espiritual?
Es lo que te permite entrar en tu esencia espiritual, desarrollar tu espiritualidad.
¿La meditación es lo único que me lleva a conectar con la espiritualidad?
- 1) Es una herramienta que nos conduce a nuestro interior. Personalmente me ayuda a conectar con mi espiritualidad.
- 2) Probar “mini meditaciones”, son esos momentos donde contemplo por ejemplo la naturaleza, el cielo, los atardeceres, las nubes, observo los árboles, las plantas y sus hojas, escucho y observo los pájaros.
- 3) También, puedes realizar ejercicios de respiración, respiración aleatoria, diafragmática, hacer yoga (esta práctica a mi me obliga a prestar atención a las posiciones, movimientos, observar la respiración para poder hacer una postura y no caerme).
- 4) Otra forma de meditar, es cuando pongo buena música, tranquila, tomo una ducha reparadora, enciendo luego una vela y la observo. Practica observar y dejar que la mirada se vaya en la mecha de una vela o en el fuego.
¿Puedo encontrar otras formas de conectar con mi espiritualidad?
- Escuchando esa “voz interior”, ese “sexto sentido”, esa “intuición”.
¿Cómo conecto con mi intuición?
Acallando la mente: por eso es que la meditación es un vehículo que nos conduce a la espiritualidad. Acallando la mente (no yendo al futuro/pasado) podemos observar la realidad tal y como es y es ahí mismo donde sucede toda la magia.
“La religión es un puente hacia lo espiritual, pero lo espiritual yace más allá de la religión.”
Rachel Naomi Remen. Share on FB
“Emociones positivas, espiritualidad y práctica de la psiquiatría”
Aquí voy a citar fragmentos del artículo de George E. Vaillant que me resultó muy interesante sobre cómo denominar espiritualidad.
El define la espiritualidad como “un racimo de ocho emociones positivas:
asombro,
amor (apego),
confianza (fe),
compasión,
gratitud,
perdón,
alegría y
esperanza, que constituyen lo que entendemos por espiritualidad.
La espiritualidad no se trata de ideas, textos sagrados y teología; más bien, la espiritualidad tiene que ver con la emoción y la conexión social.”
“Cuando sientes estas emociones positivas, ¿no sientes que estás conectado a algo más grande que tu mismo? Puedes sentir algo grande dentro de cada célula de tu cuerpo, en vez de sentir soledad y separación, te sientes parte de la familia de las cosas.”
– Joan Borysenko.
Espiritualidad y religión.
«La espiritualidad y la religión difieren entre sí en formas importantes. El término «religión» generalmente se refiere a los aspectos interpersonales e institucionales de la religió-espiritualidad que se derivan de comprometerse con las doctrinas, valores y tradiciones de un grupo religioso formal.
Sin embargo, cuando uso el término «espiritualidad» me refiero a las experiencias psicológicas de la espiritualidad-espiritual que se relacionan con el sentido de conexión de un individuo con un poder trascendente (ya sea una sola deidad o cualquier otra cosa que se considere “más grande” que la propia), con sentimientos de asombro, gratitud, compasión y perdón.»
La espiritualidad y la religión nacen en nuestro cerebro, pero hay diferencias importantes.
«La espiritualidad se basa en nuestra biología, mientras que la religión se basa en nuestra cultura. Si esta generalización es cierta, los grupos étnicos y nacionales deben diferir en términos de sus creencias religiosas, pero deben parecerse entre sí en sus valores espirituales [opinión personal: todas las religiones parten de una misma base solo que usan diferentes nombres, no?].
El efecto de la emoción positiva en el sistema nervioso autónomo tiene mucho en común con la respuesta de relajación a la meditación que popularizó un profesor de medicina de Harvard, Herbert Benson (1996). De hecho, la emoción positiva y la experiencia espiritual no se pueden separar. Benson informó que el 80% de sus meditadores eligieron un símbolo religioso como mantra para la meditación.
Otro laboratorio señaló que el 45% de las personas percibió lo sagrado durante la meditación y que el 68% experimentó una sensación de lo sagrado después del parto (Kantrowitz et al., 1994). En contraste con la respuesta de lucha o huida de la emoción negativa, que activa el sistema nervioso simpático, la emoción positiva activa el sistema nervioso parasimpático. Al igual que en la meditación, las emociones positivas, como la alegría, la compasión, el apego, la confianza y el perdón, reducen el metabolismo, la presión arterial, la frecuencia cardíaca, la frecuencia respiratoria y la tensión muscular. De hecho, si el sueño disminuye lentamente nuestro metabolismo basal en un 8%, los estados meditativos disminuyen nuestro metabolismo del 10 al 17% (Benson, 1996).»
[…]
Entonces, ¿por qué la psiquiatría sabe tan poco acerca de las emociones positivas? Las emociones negativas como el miedo, la ansiedad, la tristeza y la ira también son innatas, y la psiquiatría sabe mucho sobre ellas. El problema es que todas las emociones negativas están dedicadas a la supervivencia individual. Las emociones negativas son “todo sobre mí”. En contraste, las emociones positivas liberan al yo del yo. Se puede sentir las emociones de venganza y de perdón, pero los resultados a largo plazo de estas dos emociones son muy diferentes.
Las emociones negativas a menudo son cruciales para la supervivencia, pero solo en el tiempo presente. Las emociones positivas son más expansivas y nos ayudan a ampliar y construir (Fredrickson, 2001). Nos ayudan a sobrevivir en el tiempo futuro.
Experimentos cuidadosos han documentado que mientras las emociones negativas reducen la atención (Fredrickson, 2004), las emociones positivas, especialmente la alegría, hace que los patrones de pensamiento sean más flexibles, creativos, integradores y eficientes. Cuando estamos asustados, enojados o deprimidos, es difícil ser creativos o aprender cosas nuevas.
Conclusión:
Este artículo sugiere que la espiritualidad refleja emoción positiva. La espiritualidad, como las emociones positivas, es generada por el sistema límbico y se trata más de nosotros que de mí. No tenemos que auto-enseñarnos emociones positivas; nuestro cerebro está programado para generarlos. La tarea de la humanidad es prestarles atención, porque son la fuente de nuestro ser espiritual y la clave de nuestro progreso evolutivo cultural.
Aunque las ciencias sociales modernas han descuidado profundamente las emociones positivas, las religiones organizadas, a pesar de todas sus limitaciones, han ayudado a llevar las emociones positivas al ámbito de la reflexión consciente.
El ideal budista es el del bodhisattva, uno que elige voluntariamente permanecer en este mundo y ayudar a otros, en lugar de entrar directamente en el nirvana. La espiritualidad tampoco es trivial; Si uno sigue la vida de los grandes ejemplos espirituales de la historia, siempre han sido constructores de comunidades, no observadores de ombligo.
Como dijo Albert Schweitzer (1947), médico y científico integrador; "El hombre ya no puede vivir solo. Nos damos cuenta de que la vida es valiosa y que estamos unidos a esta vida. De este conocimiento proviene nuestra relación espiritual con el universo".
Cito este artículo porque me suena mucho. La falta de enseñanza en poner atención a las emociones positivas, donde va el foco va la energía. Recuerda que todo es energía y se materializa de acuerdo a la resonancia.
Link de artículo original de George E. Vaillant:
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3190563/
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Soy Flor, Coach en salud nutricional integral y lectora de Registros Akáshicos en MF MINDFUL.
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